Estamos en cuarto año, pasamos, se terminó tercero y con él... unas tantas cosas. Fue un año extraño, si bien tuvo sus cosas buenas y muy buenas; también hubieron momentos en los que sentía que se me iban las cosas de las manos. Sé que a vos también te pasó, Lu y por eso tomaste
la decisión que tomaste.
Mañana tenemos el acto, y va a ser el
último día que estemos juntas dentro del Vocacional. Va a ser muy raro no tenerte más todos los días al lado mío, verte cada mañana,
bancarnos todos los estados de ánimos, comentar miles de cosas, hacer las cosas juntas...
¡Ser compañeras de banco! ¿Cómo voy a hacer para llenar ese lugar? No va a ser tarea sencilla; de hecho, dudo lograrlo ¡Somos compañeras de banco desde el
primer día de primer año! Pero bueno Lu, desde ya, que te deseo
lo mejor para el año que viene, que tengas un cuarto y un quinto año excelentes; me hubiese encantado
compartirlo con vos, ¡irnos de viaje juntas! (¡¿qué mejor que eso?!)... Pero bueno, así se dieron las cosas, a veces aguantamos y otras, tenemos que tomar determinaciones, que seguramente serán por tu bien, aunque en el medio,
perdamos cosas... como estas.
Simplemente deseo que este cambio no modifique nuestra relación, si bien va a ser absolutamente distinto, espero que sigamos siendo tan amigas y aún más (aunque dudo que sea posible, porque ya lo nuestro es...
inexplicable).
Gracias de corazón por estos años, por compartir media secundaria conmigo.
(y todo lo que eso implica)
Te adoro pequeña Lulú, no hay nadie como vos.
Y esta foto es de primer año, como para recordar viejos buenos tiempos!