Me duele estar tan lejos de vos. Ojalá algún día puedas entender lo importante que sos para mí y lo mucho que me duele cuando me ignorás de esta forma tan evidente. Me lastima tanto ser un cero a la izquierda en tu vida, después de todo, creo que no me lo merezco. Pero por otro lado, no sé qué otra cosa puedo hacer. Te hablo, te trato de entender, me enojo, te vuelvo a hablar, y nada... Siempre es igual. Siento que ya no soy quien era antes para vos. Siento que te decepcioné, pero no sé con qué ¿Y sabés por qué? Porque tenés ese gran defecto de no poder decirme las cosas en forma y tiempo. Para mí, es un defecto. A vos, te sirve como estrategia, por lo visto. Pero a mi no me convence en lo más mínimo. Ya sé, es tu forma de ser, y la acepto, creéme que la acepto, pero no me pidas que la entienda.
Quizás leés esto y te identifiques con mis palabras. Es mi mayor deseo: poder llegar a vos de una buena vez.
Te recuerdo lo importante que sos para mí, aunque veo que es en vano. Una lástima, una verdadera lástima...
Todos debemos un día mirar para adentro,
para ver hay que mirar.
Llevo más de dos intentos y no me puedo curar,
no me puedo curar...
